¿Sabes que los colores pueden afectar el estado de ánimo y el bienestar actuando en la condición psicofísica de cada uno de nosotros? Esta es la base de la cromoterapia, una filosofía de pensamiento que combina diferentes estados de ánimo con diferentes colores. La aplicación de estos principios a las distintas habitaciones de nuestra casa, puede crear un lugar mucho más acogedor, donando comodidad y equilibrio.

En el área de dormir, la relajación, la calma y la tranquilidad son las sensaciones que más facilitan el sueño. Para esto, sería aconsejable utilizar los colores fríos que ayudan a tener un estado de bienestar y paz.

El azul, por ejemplo, se asocia con la calma y la relajación, combate la ansiedad y la agitación, promueve el sueño y el equilibrio. Al contrario del rojo, reduce la presión arterial, los latidos y la respiración: es perfecto para el dormitorio o el baño.

El índigo y el violeta también ayudan a relajarse, transmiten una sensación de orden y serenidad y, de hecho, se recomiendan para la meditación.

El verde alivia el estrés y equilibra el ánimo. También favorece la concentración adaptándose perfectamente a las paredes del área de estudio.